La Decisión de la Relación

La Decisión de la Relación

Esta semana aprendimos lo importante que es para Dios que seamos misericordiosos y busquemos continuamente la paz:

“Por eso es necesario que de continuo evaluemos todas nuestras relaciones; extenderles nuestro perdón a los que nos han herido; así como también pedirles perdón a aquellos que hemos herido, siempre y cuando el hacerlo no les cause peligros ni daños a los demás.»

¿Cuánto debemos perdonar? Jesús le contó a Pedro la historia de un hombre que era sirviente de un rey al que le debía una gran suma de dinero. Cuando el hombre no pudo pagar la deuda, el rey ordenó que el sirviente fuera vendido junto con su familia y todas sus posesiones. Pero este hombre le rogó al rey que fuera paciente y le prometió pagarle todo. El rey se conmovió y le perdonó la deuda a este hombre. Este mismo hombre más tarde se encontró con otro sirviente del rey que le debía una pequeña cantidad a él en comparación con lo que el hombre le debía al rey. Lo agarró por el cuello exigiéndole que le pagara de inmediato. Este sirviente pidió misericordia, pero el hombre lo mandó a  arrestar hasta que pudiera pagar. Al enterarse de esto, el rey se enfureció y reprendió al sirviente, diciéndole que debió haber perdonado la pequeña deuda de su compañero de servicio, especialmente después de que él le había perdonado una gran deuda a él. Luego mando a encarcelar al hombre hasta que pudiese pagar su deuda. Después de contar esta historia Jesús dijo:

“Eso es lo que les hará mi Padre Celestial a ustedes si se niegan a perdonar de corazón a sus hermanos”. (Mateo 18:35 NTV).

Esto puede sonar duro, sin embargo, el no perdonar a otros en nuestros corazones impide nuestra relación con Dios y con los demás.

Hay tres cosas que deberíamos hacer cuando oremos esta semana:

1. Revela tus heridas (el daño que otros te causaron)

2. Perdona a quienes te han ofendido

3. Reemplaza el dolor de tus heridas con la Paz de Dios

Esta semana, enfoquémonos en áreas específicas de nuestras vidas donde necesitamos perdonar. Enfoquémonos en estos 3 pasos: revela, perdona y reemplaza. Mientras ores, revela las cosas por las cuales necesitas ser perdonado, perdona a la persona que te ofendió y reemplaza tu dolor por la paz de Dios. ¡Que Dios nos conceda la victoria en este esfuerzo!

LUNES

Personal

Es importante perdonar, no sólo perdonar las deudas de quienes nos ofenden, sino también liberarnos de la carga que llevamos al no perdonar. Hay una verdadera libertad que viene del perdón. Sin embargo, cuando no estamos dispuestos a perdonar a los demás, e incluso a nosotros mismos, estas situaciones pasadas se convierten en cargas que nos van desgastando por dentro y por fuera. Este lunes deberíamos sacar tiempo para hacer una lista mental de estas situaciones y circunstancias, y tomar tiempo para orar y perdonar.

MARTES

Finanzas

A menudo estamos pagando en el presente los errores financieros del pasado. Pídele a Dios que te perdone esos errores y que te guíe a las acciones correctas para restaurar tus finanzas.

MIÉRCOLES

Familia

Puede ser que tengamos miembros de nuestras familias que no hemos perdonado. Tómate el tiempo para orar por ellos, perdonarles sus deudas y extenderle gracia siempre que sea posible.

JUEVES

Iglesia

Oremos por nuestra Iglesia y sus congregantes, pidiéndole a Dios que traiga perdón y sanidad a las familias de la Iglesia. Oremos para que estos mensajes den fruto en todas nuestras vidas.

VIERNES

Líderes

Nuestros líderes no son perfectos; cometen errores y con demasiada frecuencia, y permitimos que esos errores echen raíces de amargura y desilusión en nosotros. Oremos por nuestros líderes dentro de la Iglesia, en el gobierno y en el trabajo. Pídele a Dios que los perdone y los guíe de ahora en adelante.

SÁBADO

Compañeros de trabajo/de clase

Perdona a tus compañeros de trabajo y/o de clase que te han causado daño. Esto no se trata sólo de perdonarlos, sino también de permitir que tu ejemplo sirva como una luz, de modo que puedas guiarlos a buscar a Dios. Esto no se puede hacer si les guardamos resentimiento en nuestros corazones. Pídele a Dios que te quite todo resentimiento.

DOMINGO

Almas perdidas

Oremos por la salvación de las personas que nos rodean que aún no conocen a Cristo como su Salvador. Pídele a Dios que te use como un vehículo que los conduzca a la salvación, el perdón y la sanidad de sus almas.

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