“Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará.” – Mateo 16:25 NVI
Al reflexionar en mi tiempo con Dios: ¿qué hay para mí? a menudo esta pregunta refleja mis motivos egoístas. ¿Por qué hago lo que hago? ¿Qué es lo que me motiva a hacerlo? No es malo querer prosperar y ser un buen administrador de las cosas que nos benefician. Sin embargo, basándonos en la Escritura anterior, si nuestro enfoque está en lo que hay para nosotros, el problema es que al final lo perdemos todo. Puedo vivir y trabajar durante 40-50 años y depositar mi dinero en el banco, pero al final de mi vida, no puedo llevármelo conmigo. En otras palabras, nos podemos pasar toda la vida trabajando por cosas que pensamos que van a preservar nuestras vidas, pero al final, no nos las podemos llevar con nosotros.
El capítulo cuatro de Santiago básicamente dice que peleamos por cosas o personas que se oponen a lo que queremos para preservar lo que consideramos vida. Decimos: “Quiero que Jesús me prospere”. “Quiero que Jesús me dé un esposo o una esposa”, porque sentimos que esto nos beneficiará. Luchamos con Dios y con los demás porque queremos preservar nuestras vidas, pero básicamente Jesús dice: “si entregas tu vida por mi causa te daré vida eterna, pero si tratas de preservar tu vida, la perderás”. Dios nos está haciendo una oferta: “renuncia a tu vida por mí y te daré todo lo que necesitas”.
¿Por qué no le das tu vida a Cristo? ¿Qué es lo que intentas preservar? Eventualmente lo perderás. Cuando le das tu vida a Cristo tienes todas las de ganar.
LUNES | Personal
Tómate el tiempo para orar y meditar en los motivos que te llevan todos los días hacer las cosas que haces. ¿Son motivos egoístas para el beneficio personal solamente? ¿Cómo puedes darle la gloria a Dios en tu vida a través de tus actividades personales diarias?
MARTES | Finanzas
¿Por deberíamos dar? ¿Damos porque esperamos que Dios nos lo devuelva? ¿Cuál debería ser el verdadero motivo para dar? Ora al respecto y pídele a Dios dirección.
MIÉRCOLES | Familia
Sigamos orando por nuestras familias y por la salvación de aquellos que aún no son salvos.
JUEVES | Iglesia
¿Con qué propósito asistimos a los servicios y a los diferentes grupos de nuestra Iglesia durante la semana? ¿Cuál es nuestro verdadero motivo? Este es un buen momento para reflexionar y orar sobre esto.
VIERNES | Líderes
Seguimos orando por nuestros pastores, líderes de grupos comunitarios y jefes de departamentos. Ora para que la sabiduría de Dios esté sobre ellos en cada decisión de la Iglesia que tomen.
SÁBADO | Compañeros de trabajo/de clase
Ora por las personas que conoces, ora que Dios te utilice como una influencia positiva. Ora para que tu testimonio sea un catalizador para que acepten a Cristo.
DOMINGO | Almas perdidas
Finalmente, oremos por las personas que invitamos a la Iglesia el domingo. Ora para que Dios abra sus mentes y corazones para recibir a Jesucristo como su Señor y Salvador.
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