En el mensaje del domingo, aprendimos sobre La Decisión del Compromiso: Escoger confiar toda mi vida al cuidado y control de Cristo.
“Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso.”
MATEO 11: 28-30
¿Qué nos impide confiar completamente en el cuidado y control de Cristo?
Hay 5 barreras que enfrentamos al tratar de hacer el compromiso de dejar que Dios tenga el control. Estos son los obstáculos que necesitamos traer a la mente cuando oramos, pidiéndole a Dios que nos ayude a poner estos obstáculos a un lado y permitiéndole tomar el control completo de nuestras vidas.
Orgullo
El orgullo crea la ilusión de que podemos hacerlo por nuestra cuenta. Nos lleva a creer que podemos mantener el control de nuestra vida. El orgullo nos impide admitir nuestras debilidades y evita que recibamos la sanidad.
«La arrogancia va delante de la destrucción; la humildad precede al honor».
Proverbios 18:12 NTV
La arrogancia va delante de la destrucción; la humildad precede al honor.
Culpabilidad
La culpabilidad nos hace sentir que no podemos correr a Dios porque hemos tropezado una y otra vez.
«Señor, no me prives de tus tiernas misericordias; que tu amor inagotable y tu fidelidad siempre me protejan. Pues me rodean las dificultades, ¡son demasiadas para contar! Es tal la acumulación de mis pecados que no puedo ver una salida. Suman más que los cabellos de mi cabeza y he perdido toda mi valentía».
Salmos 40:11-12 NTV
Dios conoce nuestros peores momentos, Él estaba ahí con nosotros en cada error. No hay pecado que Él no pueda perdonar.
«He visto lo que hacen, ¡pero aun así, los sanaré y los guiaré!»
Isaías 57:18
Miedo
El miedo es lo opuesto de la fe y siempre nos arrastra cuando no nos entregamos a Dios. El temor de cambiar nuestros valores terrenales a confiar en Dios para sostenernos es una de las barreras más grandes que cualquiera de nosotros tenga que superar. Tememos perder el control, pero en algún momento debemos escoger quién o qué nos controlará.
“He disipado tus pecados como una nube y tus ofensas como la niebla de la mañana. Vuelve a mí, porque yo pagué el precio para ponerte en libertad”.
Isaías 44:22 NTV
Preocupaciones
La preocupación no te permite tomar las decisiones correctas. Nubla tu juicio y te influye a tratar de resolver por ti mismo en lugar de confiar en el plan de Dios.
«Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva».
Filipenses 1: 6 NTV
Dudas
La duda anula la fe, punto.
«—¡Sálvame, Señor! —gritó. De inmediato, Jesús extendió la mano y lo agarró.—Tienes tan poca fe —le dijo Jesús—. ¿Por qué dudaste de mí?»
Mateo 14:31 NTV
¿Cómo podemos dedicar toda nuestras vida al cuidado y al control de Cristo?
Acepta al Hijo de Dios como tu Salvador.
Todo comienza con la entrega a Jesús. La mayoría de nosotros ya hemos hecho esto sin embargo, siempre es bueno volver a comprometer nuestras vidas y recordar que Él es todo en todo.
«—Cree en el Señor Jesús y serás salvo, junto con todos los de tu casa».
Hechos 16:31 NTV
Acepta la Palabra de Dios como tu patrón de vida.
Los seguidores de Jesús hacen de la palabra de Dios su autoridad final. Identifican necesidades específicas en su vida y luego aplican la verdad de Dios una y otra vez.
«Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto».
2 Timoteo 3:16 NTV
Acepta la voluntad de Dios como la estrategia para tu vida.
Vas a encontrará alegría cuando lo hagas.
“Me complace hacer tu voluntad, Dios mío, pues tus enseñanzas están escritas en mi corazón”.
Salmo 40: 8 NTV
Acepta el poder de Dios como tu fuerza.
Dios nos capacita para hacerlo a su manera, equipándonos para poder recorreré el camino por delante y darnos su fuerza para perseverar.
«Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo,[c] quien me da las fuerzas».
Filipenses 4:13. NTV
Cada día de esta semana, vamos a enfocarnos en orar por áreas específicas de nuestras vidas que necesitamos comprometer a Dios. Como siempre, comienza la semana con una oración personal por la entrega de nuestro control a Dios. Ora por tu familia, amigos, compañeros de trabajo, y entrégalos al cuidado de Dios. Sigue orando esta semana intercediendo por todos aquellos que sabes necesitan la salvación.
