En nuestra iglesia esta semana estuvimos hablando de la esperanza. Estuvimos hablando de tomar las decisiones que nos pueden sanar nuestras heridas, complejos y malos hábitos. Se trata de creer sinceramente que Dios existe, que le importamos y que tiene el poder para ayudarnos a cambiar.
¿Como encontramos el poder para cambiar?
¿Acaso nunca han oído? ¿Nunca han entendido? El Señor es el Dios eterno, el Creador de toda la tierra. Él nunca se debilita ni se cansa; nadie puede medir la profundidad de su entendimiento. Él da poder a los indefensos y fortaleza a los débiles. Hasta los jóvenes se debilitan y se cansan, y los hombres jóvenes caen exhaustos. En cambio, los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán.
Isaías 40: 28-31 NTV
El tener esperanza significa reconocer que el poder para ser transformados es un regalo de Dios. Dios nos da el poder para lograr todos los cambios necesarios en nuestras vidas. No se trata de cambiar por nuestras propias fuerzas para tratar de agradar a Dios; Él nos cambia a través de su poder, por lo tanto se trata de esperar en Él. Cada día de esta semana, nos enfocaremos en orar por áreas específicas de nuestras vidas que queremos que Dios cambie.
Como siempre, comienza la semana con una oración personal para que Dios te cambie y te ayude a sanar. Ora para que Dios ayude a tu familia, amigos y compañeros de trabajo para que ellos también reconozcan su necesidad del poder de Dios. Ora por todos aquellos que sabes necesitan salvación. Acepta el desafío de invitarlos a la Iglesia esta semana y permitir que el poder de Dios los cambie.
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