«Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida.» – Proverbios 4:23 NVI
Palabras de sabiduría: “Cuida tu corazón”, como un soldado cuida una puerta y no permite que los enemigos entren. Como un guardia de una prisión no permite que los prisioneros escapen. Debemos cuidar nuestros corazones de lo que entra y lo que sale de él. Jesús dijo “de la abundancia del corazón, habla la boca”. Podemos aprender mucho acerca de nosotros mismos escuchando nuestras palabras. Cuando escucho mis palabras, si en su mayoría no son buenas debo estar más consciente de lo que permito que entre a través de mis oídos (lo que escucho) y a través de mis ojos (lo que veo); esto es lo que influencia mi vida. Hay áreas que puedo manejar, tales como: los programas de televisión que veo, lo que escucho en la radio, y con quien paso mi tiempo. El cuidarme en estas áreas cambiará lo que entra en mi corazón e impactará positivamente lo que sale, mis palabras y hechos. El pasado domingo aprendimos a rodearnos de personas adecuadas. Comencemos ahora a aplicar esa lección esta semana.
LUNES
Personal
Pídele a Dios que te muestre de qué manera puedes cuidar tu corazón. Oremos por la iniciativa de tomar las medidas necesarias para ser mejores.
MARTES
Finanzas
Hoy vamos a orar para que seamos mejores administradores de las finanzas que Dios nos ha confiado.
MIÉRCOLES
Familia
Seguimos orando por el bienestar espiritual de nuestras familias. Oremos por la unidad dentro de cada una de nuestras familias.
JUEVES
Iglesia
Vamos a seguir orando por nuestra Iglesia, especialmente a través de esta serie sobre el corazón. Dios la usará para enseñarnos a cuidar el bienestar de nuestros corazones.
VIERNES
Líderes
Oremos para que nuestros líderes de la Iglesia sean capaces de cuidar sus corazones.
SÁBADO
Compañeros de trabajo y/o de clase
Ora para que puedas ser una luz en las vidas de tus compañeros de trabajo y/o de clase y que esto te ayude a conducirlos a Cristo.
DOMINGO
Almas perdidas
Creo que Dios nos ayudará a llenar la Iglesia de nuevas almas. Oremos por esas almas perdidas en Miami mientras estamos más cerca de tener el nuevo edificio de la Iglesia.
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